Las Comunidades Adsis nacieron en Bilbao, España, por iniciativa del sacerdote José Luis Pérez Álvarez. La experiencia, a la que adhieren hombres y mujeres de distintos estados de vida, se caracteriza desde sus orígenes como presencia cristiana comunitaria entre los jóvenes y los pobres. El 30 de agosto de 1997, el Consejo Pontificio para los Laicos decretó el reconocimiento de las Comunidades Adsis como asociación internacional de fieles de derecho pontificio.
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- Identidad
- Las Comunidades Adsis (del verbo latino adsum, estar presente) tienen como objetivo dar testimonio de la presencia amorosa y liberadora de Dios, sobre todo en el servicio a los jóvenes y a los pobres. Su acción, atenta a las distintas situaciones familiares, sociales y culturales de los hombres de nuestro tiempo, tiene una fuerte connotación misionera; está alimentada por una intensa vida de oración, personal y comunitaria; se refleja en la dimensión de fraternidad, típica de esta experiencia. El itinerario educativo de los miembros se realiza en tres etapas (convocatoria, precatecumenado, catecumenado), centradas respectivamente en la formación a la interioridad, formación a la vida comunitaria, formación al compromiso. Ámbitos específicos de actividad de la Asociación son la evangelización y la educación a la fe de los jóvenes, la acción social entre los marginados y necesitados, la animación de parroquias y centros pastorales confiados a las Comunidades por los obispos.
- Estructura
- Órganos principales de servicio y de gobierno de las Comunidades Adsis son la Asamblea General, que se reúne cada seis años y elige al Moderador General, responsable de la Asociación que representa ante la Iglesia y las distintas comunidades; el Consejo General constituido por el Moderador General y ocho Consejeros Generales; la Conferencia General, foro de encuentro, de comunicación, de estudio y de deliberación, que se reúne cada seis años entre dos Asambleas Generales sucesivas.