La asociación de los Cooperadores Amigonianos nació por iniciativa de los Religiosos Terciarios Capuchinos (Padres Amigonianos) cuya obra entre los laicos atraídos por el carisma de Luis Amigó y Ferrer (1854-1934), capuchino y obispo, se remonta a 1937. El 8 de diciembre de 1992 el Consejo Pontificio para los Laicos decretó el reconocimiento de los Cooperadores Amigonianos como asociación internacional de fieles de derecho pontificio. .
- Identidad
- La identidad de los Cooperadores Amigonianos, delineada en el “Proyecto de vida”, se concreta en un compromiso para recuperar a los menores que han quebrantado la ley y están en conflicto con la justicia y en el cuidado de jóvenes y adolescentes con actitudes desviadas y en situaciones de miseria material y moral. Modelo supremo de su ser y de su actuar es Jesús Buen Pastor, que conoce y ama a cada una de sus ovejas. De la Virgen Dolorosa, que comprende y acoge a quien sufre, aprenden a comprender y a acoger a todos aquellos que se sienten abandonados. En cuanto miembros de la Familia franciscana, como san Francisco, llevan una vida sencilla y en la caridad.
- Estructura
- Los Cooperadores Amigonianos se organizan en grupos locales, cada uno de los cuales tiene su propio Consejo directivo, constituido por un Presidente, un Vicepresidente, un Secretario, un Ecónomo, un delegado por cada diez miembros, un Animador espiritual. Órgano supremo de gobierno de los grupos es la Asamblea general, formada por todos los miembros de pleno derecho. Responsable último de la asociación, cuyas actividades están coordinadas por un Delegado general, es el Padre General de la Congregación de los Religiosos Terciarios Capuchinos.