Nació en Pisa el 11 de diciembre de 1685, hija del Conde Curzio Cevoli y la condesa Laura della Seta. Encomendada para su educación a las monjas de S. Martín de Pisa, siente cada vez más fuerte la vocación a la vida religiosa y entra en el monasterio de las Clarisas capuchinas en Città di Castello, Perusa, Umbría, el 3 de junio de 1703, con el nombre de sor Florida. Educada por santa Verónica de Giuliani, maestra de novicias, una y otra ardían en el mismo deseo de conformarse completamente a Cristo Crucificado.
Desempeñó todos los oficios del monasterio, desde cocinera, maestra de novicias, hasta el de abadesa, con gran espíritu de servicio, y el carisma de gobierno. Movía a la observancia con el ejemplo de su propia vida. Sus devociones especiales fueron, la Eucaristía, Cristo Crucificado y la Virgen Dolorosa. Socorría solícitamente a los pobres y se preocupaba por que a los trabajadores del convento se les tratara con toda justicia. Con los trabajos del monasterio procuraba ayudar a las iglesias pobres. Inculcaba siempre la oración por la difusión de la fe y por los bienhechores. Murió el 12 de junio de 1767, a los 82 años de edad. Fue beatificada por SS. Juan Pablo II el 16 de mayo de 1993.