Claudio Richard nació el 19 de mayo de 1741 en Lérouville, La Meuse, Francia. Educado cristianamente, al llegar a la juventud ingresa en la abadía de San Hidulfo, de Moyen-Moutier, donde el 12 de mayo de 1760 hace la profesión religiosa y más tarde es ordenado sacerdote. Ejerció diversos cargos en varios monasterios de su Orden. Fue vicario en Ban-de-Sept (1783), subprior en Saint Mont (1784) y director de las Damas del SS. Sacramento como miembro de la abadía de San Leopoldo, de Nancy (1787). Al llegar la Revolución y la supresión de las órdenes monásticas, él opta por la vida común el 6 de enero de 1791, negándose a prestar el juramento constitucional, y quedándose en Nancy para la atención espiritual de las almas que se dirigían con él.
Por ser no-juramentado fue arrestado el 26 de noviembre de 1793 y encerrado en el exconvento llamado Des Tiercelins. Por el mismo motivo fue deportado a Rochefort, donde consta que ya estaba el 5 de mayo de 1794. Se ofreció para atender a los sacerdotes enfermos hasta que él mismo se contagió y murió el 9 de agosto de 1794, dejando a todos el suave olor de su dulzura, bondad, caridad y demás virtudes. Tuvo una larga y dolorosa agonía, que sobrellevó con gran paciencia. Fue beatificado por el papa Juan Pablo II el 1 de octubre de 1995.