Emilio Szramek nació en Tworkow, en la región de Slaskie, en Polonia, el 29 de septiembre de 1887. Fue ordenado sacerdote por la arquidiócesis de Katowice, y después fue párroco en la misma ciudad.
La invasión nazi no significaba sólo un cambio político, sino que con su subordinación de todo al estado como poder totalitario, reclamaba de los hombres la obediencia sólo debida a Dios. Por haber defendido la doctrina cristiana frente a este poder, Emilio fue arrestado el 8 de abril de 1940 y deportado al campo de concentración de Dachau, en Baviera, donde murió de las torturas sufridas, el 13 de enero de 1942.
El papa Juan Pablo II lo elevó a los altares el 13 de junio de 1999 en el conjunto de los 108 mártires de la persecución nazi.