Gamelberto nació en Michaelsbuch (Baviera) hacia el año 720 en el seno de una noble familia. Llegado a la juventud, sus padres le proponían la carrera militar pero el joven, de natural manso, prefería encargarse de los campos familiares y de los rebaños. Aprendió a leer e hizo de la Biblia su lectura favorita, lo que le sirvió para aumentar su fervor religioso. Aunque era ya un joven de más de veinte años, no contrajo matrimonio. Su vocación eclesiástica la formalizó al morir su padre.
Ordenado sacerdote, se dedicó al apostolado entre las gentes de sus propios campos, sirviéndole de centro pastoral la iglesia tradicional de su familia, convertida así en una parroquia. Llevado de su piedad hizo una peregrinación a Roma a venerar los sepulcros de los Santos Apóstoles, peregrinación que le sirvió para fomentar aún más en él el espíritu de piedad y el afán apostólico. Vuelto a Michaelsbruch, dejó el castillo para irse a vivir con pobreza y austeridad en una habitación aneja a la iglesia. Al apostolado y el ejercicio del ministerio sacerdotal unió el de la caridad con los más pobres, dando un alto ejemplo a todos de desprendimiento y generosidad. Al sentir cercana la muerte, decidió dejar su patrimonio para la fundación de un monasterio, y encargó esta fundación a su ahijado de bautismo el beato Uto, que efectivamente fundó el monasterio de Metten.
Gamelberto murió en Michaelsbuch el 17 de enero de hacia el año 802. El culto que tradicionalmente se le daba a él y a su ahijado fue confirmado por el papa San Pío X en el mismo decreto en 1909.
Para el decreto de confirmación de culto, con un resumen -en latín- de la vida del beato y del beato Uto, ver AAS 1-1909-, pág 752ss. Acta Sanctorum, enero, II, pág 783-87 reproduce una vida de Gamelberto de autor anónimo cartujo.