Las fuentes más antiguas afirman que el beato Gerlando, llamado normalmente Gerlando de Alemania -presumiblemente de origen polaco-, fue un caballero de la Orden de los Hospitalarios de San Juan de Jerusalén, llamados más tarde Caballeros de Malta. Estaba en Sicilia en tiempos del emperador Federico II Barbaroja, donde se asentó junto a la pequeña iglesia de la Virgen del Templo, a pocos kilómetros de Caltagirone, y de esta iglesia llegó a ser custodio, actividad normal en la orden a la que pertenecía. Con amor se hizo protector de las viudas y niños huérfanos, al mismo tiempo que practicaba ásperas penitencias.
Murió hacia el 1279 y recibió sepultura en la iglesita. Inmediatamente nació el culto popular hacia el santo caballero, por lo cual unos cincuenta años más tarde, el 19 de junio de 1327, sus restos fueron trasladados a la basílica de Santiago el Mayor, en Caltagirone. Aquí se conserva aun hoy la reliquia de su craneo en una teca de plata, que se expone a la pública veneración en distintas ocasiones, mientras que el resto del cuerpo se guarda en el relicario de la basílica. Como se desconoce la fecha de su muerte, se ha fijado su inscripción en el aniversario del traslado de reliquias.
Traducido con escasos cambios de un artículo de Fabio Arduino.