John Thulis nació en Lancashire en 1568, en un lugar llamado Up-Holland, y realizó gran parte de sus estudios en el colegio inglés de Douai; luego viajó a Roma, donde fue ordenado presbítero hacia el 1592. Vuelto a Inglaterra cayó enseguida en manos de sus adversarios, y estuvo preso por muchos años en el castillo de Wisbich. En algún momento (aunque no se sabe cuándo ni cómo) escapó, y tenemos testimonios de él trabajando como misionero en su tierra, donde fue apresado finalmente por orden de William, conde de Derby, y recluido en la prisión condal de Lancaster.
Su vida latina, compuesta en Douai un año después de su martirio, nos informa que Dios preparó a su siervo para el testimonio que habría de dar por medio de muchas pruebas y cruces, por lo que, cuando tuvo que afrontar el juicio y la muerte, lo hizo con coraje y serenidad.
En la misma prisión de Lancaster estaba también confinado Roger Wrenno -llamado en algunas fuentes Worren- un tejedor de gran celo y devoción por la religión católica. Los dos encontraron, en la cuaresma de 1616, ocasión de escapar de la prisión; salieron a las cinco de la tarde y caminaron a buen ritmo... pero equivocaron la dirección, y a la mañana siguiente estaban a las puertas de la prisión, en la que fueron de nuevo ingresados.
Cuando fueron a juicio, recibieron la condena respectivamente por ser sacerdote, el uno, y el otro por ayudar a los sacerdotes. Se les ofreció conmutar la pena en caso de abjurar del catolicismo, pero, naturalmente, no aceptaron. Un hombre le ofreció a Thulis una pensión de 40 libras al año (¡era mucho dinero!) si dejaba el sacerdocio, pero la oferta fue rechazada de plano.
Thulis se despidió de los otros sacerdotes encarcelados y marchó hacia el cadalzo la mañana del 18 de marzo. Wrenno fue llevado con algunos malhechores que no morían por causa de la religión, pero que antes de ser ejecutados se reconciliaron con Dios y la Iglesia por ministerio de Thulis.
Fueron los dos colgados en Lancaster, descuartizados y sus partes esparcidas, según lo habitual, para escarmiento. Fueron beatificados el 22 de noviembre de 1987.
Resumido de Challoner, Memoirs of Missionary Priests, II, pág. 55ss.