El 24 de julio de 1588, en un carromato, fueron sacados de la cárcel de Derby y llevados al lugar de la ejecución donde estaba dispuesta la horca tres sacerdotes seculares que en el juicio contra ellos no habían podido ser acusados de otro crimen que el de haberse ordenado sacerdotes en el extranjero y haber vuelto a Inglaterra -contra el Estatuto 27 de Isabel I- a ejercer su ministerio y propagar la doctrina católica. Los tres fueron beatificados el 22 de noviembre de 1987 por Juan Pablo II.
Nicolás Garlick había nacido el año 1554 más o menos, en Glossop, en Derbyshire. Era hijo del jefe de guardas de los bosques de Peak. Luego de estudiar un tiempo en el Gloucester College, de Oxford, trabajó como maestro de escuela en Tideswell entre 1574 y 1581. En este año decide su vocación sacerdotal y marcha al colegio inglés de Reims, donde se ordena sacerdote el 18 de marzo de 1582. En enero de 1583 vuelve a Inglaterra y comienza su trabajo apostólico. Denunciado en 1585 estando en Londres, es arrestado, juzgado y desterrado. Vuelve a Reims, pero a los dos días de llegar decide volver a Inglaterra y trabaja en Hampshire y en Dorsetshire, siendo denunciado por su trabajo pero sin que se le pudiera arrestar hasta enero de 1587, cuando ya estaba en Padley, en casa del católico Mr. Fitzherbert. Allí también estaba el beato Roberto Ludlam, que será su compañero de martirio. Nicolás, antes de ser arrestado, había pedido a Dios que su padre quedara impedido para que no acudiera a la iglesia protestante, condición que tenía que cumplir para que sus bienes no fuesen confiscados, prefiriendo así la pobreza a la apostasía paterna. Cuando llegaron a la casa los buscadores de sacerdotes, ambos se escondieron en un refugio, pero un hijo del Sr. Fitzherbert, llevado por el miedo, dijo dónde estaba el escondite y así ambos sacerdotes, junto con su hospedador, fueron arrestados.
Llevados a la cárcel encontraron en ella al Beato Ricardo Simpson, al que infundieron ánimos. El 23 de julio de 1588 tuvo lugar el juicio en Derby. Nicolás respondía por sus compañeros. Se le acusó de haber llegado a Inglaterra para seducir a las personas, y él negó que su trabajo fuera seducción sino llamamiento a volver a la fe verdadera de la Iglesia. Cuando lo llevaban a ejecutar, lo saludó un antiguo amigo con el que había ido de cacería, y él le dijo que aquello sí que era un verdadero tiro. Subido al cadalso arrojó sobre la multitud folletos que había escrito en la cárcel y en los que defendía el catolicismo, y se dice que aquellos folletos hicieron que se convirtiera mucha gente. Fue ahorcado, y estaba todavía consciente cuando empezó la carnicería: fue destripado y descuartizado en vivo mientras hablaba con sus verdugos.
Roberto Ludlam había nacido en Radbourne, en el Derbyshire, sobre el año 1551. Estudió dos años en Oxford, en el St. John's College, y luego, sin haberse graduado, se dedicó a la enseñanza. En 1580 decidió su vocación sacerdotal y marchó a Reims, donde entró en el colegio inglés el año 1580. Ordenado sacerdote en 1581, en abril de 1582 se le envió a la misión inglesa, y trabajó con afán y celo durante seis años en su condado natal. Arrestado y juzgado con Garlick, mostró gran ánimo y seguridad en la prisión, en el juicio y frente al patíbulo. Ejecutado Garlick, Roberto Ludlam se levantó y con gran energía habló de los puntos básicos de la fe católica y de las señales de la verdadera Iglesia, afirmando a sus oyentes que Inglaterra se había apartado del camino recto y haciendo un llamamiento a todos sus oyentes para que volvieran al seno de la verdad. Pidió por los presentes, por todos sus enemigos y por Inglaterra y recitó el «Venite, benedicti Dei» mientras subía al cadalso. Fue ahorcado, destripado y descuartizado.
Ricardo Slmpson o Sympson había nacido en Wells, junto a Ripon, y se había educado en el Gloucester Hall, en Oxford, y parece que nació de familia protestante. Convertido al catolicismo, fue denunciado y pasó por una larga prisión en York antes de ser dejado libre. Cuando lo fue marchó a Douai, en cuyo colegio inglés entró el 19 de mayo de 1577. Ordenado sacerdote no mucho después, volvió a Inglaterra y ejerció provechosamente su ministerio. Pero nuevamente fue apresado y después de un tiempo de cárcel enviado al destierro. Volvió enseguida a Inglaterra para ser apresado en 1587 por tercera vez y detenido en la cárcel de Derby. Juzgado y encontrado sacerdote ordenado en el extranjero, fue condenado a muerte. Parece que estaba aterrorizado por la perspectiva de la horrible muerte que le esperaba y que no acudió al martirio con la alegre confianza con que lo hicieron sus compañeros, pero no se echó atrás, no apostató, mantuvo su fe hasta el final y por ella dio la vida junto con los otros dos mártires.