EL 7 de julio de 1591, fueron ejecutados en Winchester los beatos Rogelio Dickenson y Rodolfo Milner. En cambio, la fecha exacta del martirio del beato Lorenzo Humphrey se desconoce. Fueron beatificados en 1929.
Rodolfo Milner era un campesino que había sido educado en el protestantismo. Viendo el contraste en la vida de sus vecinos católicos y protestantes, pidió ser instruido en el catolicismo y fue recibido en la Iglesia. El día mismo de su primera comunión fue encarcelado por ello. Estuvo prisionero varios años, aunque con frecuencia se le dejaba libre «bajo palabra». El beato aprovechaba esas ocasiones para conseguir limosnas y ayuda espiritual para sus compañeros de prisión y, con su conocimiento de la región, facilitaba el trabajo de los misioneros. Así conoció al P. Stanney, S.J., quien más tarde escribió su biografía eh latín. El P. Stanney arregló las cosas de suerte que el sacerdote diocesano Rogelio Dickenson pudiese ir a vivir a Winchester.
El P. Dickenson era originario de Lincoln y había hecho sus estudios en Reims; durante varios años trabajó en el distrito de Winchester, donde Rodolfo Milner le prestó su colaboración. La primera vez que el P. Dickenson fue arrestado consiguió escapar, gracias a que los guardias se embriagaron. Pero la segunda vez, hubo de comparecer ante el tribunal junto con Rodolfo Milner, quien había sido apresado con él. Los testigos acusaron al P. Dickenson de ser sacerdote y a Rodolfo Milner de haberle prestado ayuda. El juez, compadecido de Milner, quien era ya anciano y cuya mujer y ocho hijos se hallaban presentes, le aconsejó que hiciese, por pura fórmula, una visita a la parroquia protestante para salvar la vida. Pero, según Challoner, Milner contestó: «¿De suerte que vuestra señoría me aconseja que reniegue de Dios por salvar los bienes perecederos o por evitar una pena a mi mujer y a mis hijos? No, no puedo seguir un consejo tan contrario a las máximas del Evangelio». Dado que el P. Stanney afirma que Milner era iletrado, es de suponer que se trata de una paráfrasis de su respuesta.
El Beato Rogelio Dickenson y el Beato Rodolfo Milner sufrieron juntos el martirio y forman una de las parejas más conmovedoras en la galería de los mártires ingleses. El mismo tribunal condenó a muerte a siete doncellas nobles por haber permitido que el P. Dickenson celebrase la misa en sus respectivas casas; pero las siete fueron indultadas. Aunque dichas doncellas suplicaron que se les concediese la gracia de morir con su pastor, pues querían compartir el castigo como habían compartido con él la supuesta culpa, fueron nuevamente enviadas a la prisión.
Lorenzo Humphrey era un joven de buena conducta, educado en el protestantismo. El P. Stanney le convirtió a la fe católica durante una discusión. El jesuita dejó un corto escrito en el que alaba mucho las virtudes de su neófito, el celo con que instruía a los ignorantes y la solicitud con que atendió a sus compañeros de prisión. Cierta vez, Lorenzo Humphrey cayó gravemente enfermo y en su delirio decía que «la reina era una prostituta y una hereje». Cuando esto llegó a oídos de las autoridades, el beato fue encerrado en un calabozo de la prisión de Winchester, aun antes de haber recobrado del todo la salud. En el juicio confesó que era católico, pero negó haber pronunciado palabras injuriosas contra la reina. A pesar de ello, fue ahorcado, arrastrado y descuartizado. Tenía veintiún años al morir.
Ver Memoires of Missionary Priests, de Richard Challoner (ed. 1924, de J.H. Pollen), pp. 168-169, 592-596.
N. de ETF: en los nombres de pila hay, como en muchos otros casos, imprecisiones: el Martirologio Romano dice Raúl Milner, en el Butler y otras fuentes dice Rafael, pero en el Acta de beatificación (Acta Apostolica Sedis 22 (1930) pág. 14) dice «Radulphus», lo que se traduce mejor como Rodolfo que como Raúl, aunque la raíz sea la misma; en la misma bula llama al sacerdote Robertus (no Rogelius) Dickenson.