Anastasio «el apocrisiario» (es decir, el legado, en este caso, papal) y Anastasio, llamado «el abad» (aunque parece que sólo fue monje), fueron dos compañeros de lucha y de prisión de san Máximo «el Confesor». Como él, y junto con él, estaban los dos Anastasio presos en Perberis, en Tracia, por defender la fe ortodoxa frente al monotelismo profesado por el emperador (el monotelismo afirma que en Cristo hay sólo voluntad divina, lo que es una forma solapada de negar su auténtica humanidad).
No llegaron ninguno de los tres a morir mártires, sino que fueron liberados y pudieron volver al monasterio en el Cáucaso; pero los malos tratos recibidos en defensa de la fe les dan el título de «confesores».
En realidad no hay hagiografías propias de los Anastasios, pero son mencionados toda vez que se narra la vida y exilio de san Máximo el Confesor, así que quien desee ampliar un poco debe dirigirse al artículo dedicado a san Máximo «el Confesor». En realidad allí no especifica cuál Anastasio muere en este año, si no sólo que uno murió antes y el otro después que Máximo, pero el Martiorologio actual lo resuelve, inscribiendo al «abad» en julio del 662 y al apocrisiario en octubre del 666.