San Ángel, que fue uno de los primeros miembros de la Orden del Carmelo, conquistó la corona del martirio en Leocata de Sicilia. El relato de su vida, tal como ha llegado hasta nosotros, no es muy digno de fe. Se puede resumir así: Los padres de san Ángel, que eran judíos originarios de Jerusalén, se convirtieron al cristianismo gracias a una aparición de la Santísima Virgen. La Madre de Dios les reveló que el Mesías esperado había venido ya y había redimido a su pueblo. Además, les prometió que tendrían dos hijos que florecerían como olivos del Carmelo, el uno como patriarca y el otro como mártir. Los dos gemelos poseyeron, desde la infancia, dones extraordinarios, tanto desde el punto de vista intelectual como espiritual. A los quince años, cuando ingresaron en la Orden del Carmelo, hablaban ya el griego, el latín y el hebreo.
Ángel vivió como ermitaño en el Monte Carmelo durante cinco años, al cabo de los cuales se le apareció Jesucristo y le mandó ir a Sicilia, donde le esperaba la corona de un glorioso martirio. El santo obedeció al punto. Tanto durante el viaje como después de su llegada a Sicilia, convirtió a numerosos pecadores con su predicación y milagros. Sólo en Palermo se convirtieron más de 200 judíos. En Locata consiguió un éxito parecido, pero se ganó la enemistad de un tal Berengario, cuyos vicios había denunciado con libertad apostólica. Un día que se hallaba predicando a la multitud, una banda de malhechores, encabezados por Berengario, se abrió paso entre la muchedumbre y le apuñaló. Herido de muerte, san Ángel cayó de rodillas y oró por todo el pueblo, y particularmente por Berengario.
En 1662 sus restos mortales fueron trasladados a la iglesia de los Carmelitas de Licata. El culto a san Ángel se difundió por toda la Orden y también entre el pueblo. Él y san Alberto de Trápani son considerados los «padres» de la Orden por ser los dos primeros santos que recibieron culto en ella, y por esto fueron representados muchas veces en la iconografía medieval al lado de la Virgen María. En Sicilia existen muchos lugares que tienen a san Ángel como patrono. Algunos afirman que el culto fue oficialmente reconocido por el papa Pío II en 1459
La leyenda de su vida, tomada de las fuentes de la Orden del Carmelo, puede verse en Acta Sanctorum, mayo, vol. II. Véase también Analecta Bollandiana, vol. XVII (1898), p. 315, y Dictionnaire d'Histoire et de Géographie ecclésiastiques, vol. III, cc. 6-9. N de ETF: El tercer párrafo lo hemos agregado tomando el dato de The Carmelite Web Site; ahora bien: es poco probable que haya habido una confirmación oficial del culto, ya que en ese caso estaría inscripto con rango de beato en el Martirologio. En Acta Sanctorum, mayo II, pág 57 nº 4 se discute el punto.