Parece que Angilberto fue educado en la corte de Carlomagno, donde fue discípulo y amigo del gran escolástico inglés Alcuino. Fue destinado al estado eclesiástico, y debió haber recibido las órdenes menores muy pronto; sin embargo, acompañó al joven rey Pipino a Italia en el 782, en calidad de «primicerius palatii» (un alto cargo en la administración real), tarea que implicaba ocuparse de la administración secular. En la academia de hombres de letras que hizo ilustre a la corte de Carlomagno, Angilberto fue conocido como Homero, y fragmentos de sus obras, aun existentes, muestran que su habilidad era considerable. Fue enviado varias veces como legado ante el papa, y se le imputó haber identificado sus puntos de vista con algunas opiniones heterodoxas de Carlomagno en la controversia de las imágenes.
En el 790 fue nombrado abad de Centula, conocido más tarde como Saint-Riquier, en Picardía, y con el apoyo de sus poderosos amigos, no sólo restauró o rehizo el monasterio con un estilo muy suntuoso, sino que lo dotó con una preciosa biblioteca de unos 200 volúmenes. En el año 800 tuvo el honor de recibir a Carlomagno como huésped. Es probable que en aquel momento Angilberto (que es dudoso si ya había sido ordenado presbítero) llevara todavía una vida muy mundana. Las circunstancias no son claras, pero los modernos historiadores consideran indudable que Angilberto tuvo una aventura con la hija soltera de Carlomagno, y tuvo con ella dos hijos, uno de los cuales es el bien conocido cronista Nithard. Esta aventura, considerada a veces como matrimonio, ha sido discutida por algunos estudiosos, pero está hoy generalmente admitida. Debemos recordar que las canonizaciones populares en aquella época eran muy informales, y no se ocupaban de investigar demasiado la conducta pasada o las antiguas virtudes.
Se declara, no obstante, en la biografía del santo escrita en el siglo XII que el abad antes de su muerte hizo amarga penitencia por aquella unión, y el cronista Nithard, en el mismo pasaje en el que afirma que Angilberto fue su padre, declara que el cuerpo de Angilberto se encontró incorrupto algunos años después de su sepultura. Angilberto es también considerado como el autor de un poema épico sobre Carlomagno y León III, pero esta autoría es discutida. Por otra parte, Monod piensa que Angilberto es el responsable de algunas partes de los famosos «Annales Laurisenses». Murió el 18 de febrero del 814 en la abadía de Saint-Riquier.
Traducido para ETF del artículo de Herbert Thurston, St. Angilbert, en la Catholic Encyclopedia (1907). En la edición inglesa del «Butler's Lives of Saints» hay otro artículo del mismo autor, con amplia bibliografía.
Notas: Como puede verse, el Martirologio Romano en su "elogio" del santo opta por la versión de "matrimonio", no de "aventura" con la madre de sus dos hijos. Por otra parte, en el listado de los santos canonizados oficialmente antes de la Sagrada Congregación de Ritos aparece como canonizado por el papa Pascual II en el 1100, sin embargo parece que el criterio del Martirologio Romano actual es considerarlo como canonización popular no confirmada, por lo que está marcado con el asterisco que corresponde a los beatos.