El gran historiador eclesiástico Eusebio de Cesarea considera a Aniano discípulo del evangelista san Marcos, y su sucesor en la cátedra episcopal de Alejandría de Egipto (Hist. Ecl. II,24), y lo califica de «hombre agradable a Dios y admirable en todos sentidos». De hecho se festeja junto con san Marcos el 25 de abril. Los apócrifos «Hechos de Marcos» cuentan que Aniano era un zapatero pagano de Alejandría, a quien el evangelista, apenas llegó a la ciudad, encargó la reparación de un calzado; Aniano se lastimó un dedo y comenzó a imprecar contra su cliente, pero éste lo curó trazando sobre la herida la señal de la cruz, e invitándolo a creer en Cristo. Aniano efectivamente se convirtió al cristianismo y se hizo bautizar por Marcos.
En el octavo año del imperio de Nerón (62/63) el santo protoobispo eligió a éste, su primer discípulo del lugar, para ayudarlo en el gobierno de la iglesia alejandrina durante sus frecuentes viajes. Cuando Marcos fue muerto, Aniano continuó ejerciendo el ministerio y murió hacia el 85, después de 22 años de episcopado. La tradición oriental, en cambio, señala que su episcopado duró dieciocho años y 216 días después de la muerte de Marcos, muriendo por tanto hacia el 86. Pedro de Natalibus afirma que el cuerpo de Aniano, al igual que el de Marcos, fue robado y llevado a Venecia, pero que descansa en la iglesia de San Clemente. Él fija la muerte del santo el 4 de octubre, mientras que la iglesia copta lo festeja el 20 hatur (20 de noviembre). Los sinaxarios bizantinos, en cambio, no traen su nombre. San Epifanio dice que en Alejandría se construyó una iglesia en su honor.
Traducido para ETF, con algunos cambios, de un artículo de Fabio Arduino. Para los testimonios, ver Acta Sanctorum, abril, III, pág 358.