Entre los 18 santos con el nombre de Benigno [3 en el actual Martirologio Romano], el mártir conmemorado hoy pertenece a la inconmensurable legión de la última cruenta persecución anticristiana de Diocleciano y Maximiano, a inicios del siglo IV. Muy poco se sabe de este santo, nacido y criado en Todi -en la región italliana de Umbría-, y ordenado sacerdote por su bondad y rectitud. Enfrentó con valentía la tortura y la muerte, y su cuerpo, recogido por manos piadosas, fue enterrado en el camino que, desde Todi, conducía al Vicus Martis (Campo de Marte), en un lugar que tomó su nombre y donde más tarde se levantó un monasterio benedictino.
En 1904 sus restos, que estaban guardados desde 1679 en una preciosa urna de plata, fueron colocados en el altar mayor de la iglesia de San Silvestre. A pesar de que su culto no estuvo muy extendido, la memoria de san Benigno de Todi fue constante, al menos en la iglesia Tudertina.
Extractado y traducido para ETF de un artículo de Piero Bargellini.