Nacido en Inglaterra, Bertuino se educó en el monasterio de Obtell (que puede identificarse quizás con Outwell, en el condado de Norfolk), que formaba parte de la hacienda de su familia, y allí se hizo monje. Cuando murió el obispo de la diócesis, el pueblo obligó a Bertuino a aceptar la dignidad episcopal: en su alto cargo se distinguió por sus dotes de hábil administrador, por las numerosas conversiones de paganos y por la fundación de varios monasterios.
Sin embargo, por inspiración divina, decidió ir al continente a predicar allí el Evangelio y, fiel a las costumbres anglosajonas, quiso ir primero a Roma para visitar las tumbas de los apóstoles Pedro y Pablo. De Roma, a través de la Galia, pasó a Bélgica, instalándose en Malonne (Namur), donde construyó una iglesia y fundó un monasterio, en el que murió y fue sepultado.
De la «Vita Bertuini», de la que existen cuatro reseñas, la más antigua de las cuales podría remontarse al siglo VIII, no es posible deducir con certeza el período preciso en que vivió el santo obispo: la opinión más probable lo atribuye al siglo VII. Su fiesta se celebra el 11 de noviembre, pero en algunos lugares, recientemente, se ha trasladado al 16 y luego al 27 del mismo mes. Su culto, que sobrevivió a la Revolución Francesa y a la supresión de la abadía de Malonne, ha recibido a lo largo de los siglos un notable impulso a partir del reconocimiento y traslado solemne de las reliquias, que tuvo lugar en 1202, y de las fiestas del XIIº centenario de su muerte, celebrada en 1898 sobre la base de cálculos inseguros realizados por hagiógrafos, que consideraron el 698 como el año de la muerte del santo. En 1601 las reliquias de Bertuino fueron colocadas en una urna, que aún las contiene (la imagen de este artículo es de ese relicario).
Traducido de un artículo de Antonio Rimoldi para Enciclopedia dei Santi