El nombre «Calogero» significa en griego «viejo hermoso», y es una palabra que se utilizaba en la Iglesia de Oriente y en el sur de Italia (de influencia griega) para designar a los anacoretas. En el mismo sentido en que en el evangelio de san Juan se habla del «Pastor hermoso» (kalós poimén), y nosotros entendemos «Buen pastor», este modismo puede entenderse como «buen viejo». Es posible, por tanto, que el santo que celebramos en esta memoria sea una especie de «resumen» de distintos anacoretas que han vivido en Sicilia en distintos momentos. De hecho, aunque en el calendario actual sólo se celebra un Calógero en este día, en eel Martirologio anterior había dos, y los dos en Sicilia, lo que muestra que las tradiciones en torno al santo pueden haber sido muy confusas.
Lo más corriente es suponer que era un ermitaño proveniente de Calcedonia, en el Bósforo, aunque hay también un testimonio del siglo X que lo señala como procedente de Cartagena. El culto es ciertamente muy antiguo y está muy arraigado en Sicilia occidental, aunque, como se desprende de lo dicho, cualquier detalle que diéramos sobre la vida del santo no pasaría de una piadosa habladuría.
Hay un largo y detallado artículo de las tradiciones más frecuentes sobre el/los santo/s Calogero en Sicilia, por Antonio Borrelli en Santi e beati.