San Cartago, a quien también se lo llama Mochuda, nació de buena familia, en lo que hoy es el Condado de Kerry, Irlanda, alrededor del año 555. Paso su juventud trabajando de porquerizo cerca de Castlemaine; se hizo monje en un monasterio vecino, bajo la guía de Cartago el Viejo [no incluido en MR], y luego recibió las órdenes sagradas. En el 580 se decidió a llevar vida eremítica, y construyó una celda en Kiltallagh, donde su fama pronto atrajo peregrinos. Después de algunos años, los celos de dos obispos vecinos lo obligaron a dejar su ermita, y fue en visita a Bangor, donde permaneció un año. Por consejo de san Comgall volvió a Kerry y fundó iglesias en Kilcarragh y Kilfeighney. Luego visitó Waterford, Clonfert-molua (Kyle), y Lynally, desde donde, por recomendación de san Colman Elo [no incluido en MR], marchó a establecerse en Rahan, cerca de Tullamore, en el actual King's County.
San Cartago fundó su monasterio de Rahan hacia el 590, y pronto tuvo cientos de discípulos. Fue consagrado obispo-abad del distrito Fercal, y compuso una regla para sus monjes, un poema métrico irlandés de 580 líneas, dividido en nueve secciones separadas, una de las reliquias literarias más interesantes de la temprana Iglesia de irlanda. También se le atribuyeron numerosos milagros. Al fin Blathmaic, un príncipe de Meathia, instigado por los monjes vecinos, ordenó a san Cartago dejar Rahan. Esta expulsión del santo y ochocientos monjes de su comunidad, tuvo lugar en la Pascua del año 635. Viajando por Saigher, Roscrea, Cashel, y Ardfinnan, san Cartago al fin llegó a orillas del río Blackwater, donde el Príncipe de los Decios le dio el terreno para una fundación, y así surgió la ciudad episcopal de Lios-mor, o Lismore, Condado de Waterford.
Grande como era la fama de Rahan, fue eclipsada por completo por la de Lisemore, aunque san Cartago vivió menos de dos años en su nueva fundación. Pasó los últimos dieciocho meses de su vida en la contemplación y la oración, en una cueva cerca de la actual St Carthag's Well. Cuando llegó el momento de la muerte, llamó a sus monjes y les dio su exhortación de despedida y bendición. Fortalecido por el Cuerpo de Cristo que murió el 14 de mayo del 637, día en que se celebra su fiesta como primer obispo y patrono de Lismore. Corta como fue la estancia san Cartago en Lismore, dejó una imborrable huella de su trabajo en una famosa abadía, catedral y escuela infantil, pero más aún en el ejemplo de una vida austera y sin mancha. La pureza fue su virtud más trascendental, y para protegerlo practicó las más severas penitencias. Así lo describe san Cuimin de Connor en una cuarteta irlandesa:
Amada mortificación de Mochuda,
Admirable cada página de su historia.
Antes de él no hubo quien derramara
La mitad de las lágrimas que derramó.
Usher trae dos copias manuscritas de la vida irlandesa de san Cartago; y en 1634 Philip O'Sullivan Beare envió una traducción latina al P. Juan Bollandus, S.J. La «Vita Secunda» la más usualmente citada. In 1891 el autor de este artículo descrubrió en Relig Mochuda el sitio donde fue enterrado el santo. Ver Acta Sanctorum, mayo, III; Colgan, Acta Sanctorum Hiberniae (Lovaina, 1645); Lanigan, Eccles. Hist. of Ireland (Dublin, 1829), II. Mas bibliografía en el artículo original, de William Grattan-Flood (1908).