Nada cierto se sabe sobre san Corentino. Su leyenda es tardía, y sólo digna de mención porque dio lugar a una iconografía específica, pero no porque tenga probabilidades de conservar auténticos recuerdos históricos. Dicha leyenda afirma que Corentino era de origen celta, de Cornualles, y que vivó en Bretaña como ermitaño; para alimentarse, cada día pescaba el mismo pez, del que comía un pedazo, sin que el pez muriera. Por ello en algunas imágenes aparece con báculo y mitra de obispo, ante una pecera con un único pez.
Dos códices de Quimper, pero tardíos, uno del siglo XII y otro del XV lo mencionan como primer obispo de Quimper, y algunas tradiciones dicen que fue ordenado por san Martín de Tours, por tanto en el siglo IV. Duchesne ha demostrado que la diócesis de Quimper estuvo representada en los concilios de Angers (453) y Vannes (465), pero en los dos casos lo estuvo por prelados. Parece más probable que Corentino haya sido un monje del siglo VI o más tardío.
Ver Gallia Christiana, nova (1856), XIV, 871-90; 971-1017, and instr., 189-208; 225-32; Duchesne, Fastes épiscopaux, II, 244- 56; 368-71; 387-88; Tresvaux, L'Église de Bretagne (Paris, 1839); citados por Georges Goyau en «Diocese of Quimper», Catholic Encyclopedia (1911). la imagen y el fragmento de la leyenda tomados de la breve noticia de Fabio Arduino en Santi e beati.