El nombre «Tempier» parece haber sido un nombre de familia (es decir, antecedente de lo que llamamos «apellido»), ya que está atestiguado en otros personajes de la época. San Guillermo nació posiblemente en la propia Poitiers, aunque la primera mención que tenemos de él es como canónigo de San Hilario de la Celle, en la misma población.
Fue elegido obispo en 1184, y en un documento de ese mismo año se lo señala como «lleno de viril paciencia en las persecuciones sufridas por la defensa de los derechos de la Iglesia». Cuáles fueron estas persecuciones, no es fácil establecerlo, posiblemente el haberse negado a la injerencia de los poderosos terratenientes en las cuestiones eclesiásticas. En un documento posterior es llamado Guillermo el Fuerte, también por no dejarse doblegar en los derechos de su sede.
Murió en 1197, y fue enterrado en la capilla de la Virgen en la basílica de San Cipriano de Poitiers. Su tumba comenzó a ser famosa por los milagros de curación que allí se obraban, y el culto se extendió más allá de los límites de Poitiers. En el siglo XVI las reliquias fueron reconocidas. Se las veneró allí mismo hasta la Revolución Francesa, en que fueron dispersadas, pero una pequeña porción había sido entregada a la iglesia de San Hilario de la que había sido canónico, y se libró de la destrucción por una mano piadosa que la escondió. Es especialmente invocado contra las hemorroides.
Ver Acta Sanctorum, marzo III, pág. 792 y Guerin, Petits Bollandistes, IV, pág. 17-18