José Mkasa o Mukasa es el protomártir de Uganda. Había nacido en Kampala hacia 1860 y se llamaba Mkasa Balikuddembé. A los 16 años entró a servir en la corte real, donde conoció a san Andrés Kaggwa y por su influencia llegó a la fe cristiana. El 30 de abril de 1882 se bautizó con el nombre de José. Al subir al trono el rey Mwanga lo hizo su mayordomo y él lo sirvió lealmente al tiempo que profesaba con fervor su fe cristiana y tenía una conducta piadosa y caritativa. Su lealtad le llevó a denunciar ante el rey la traición de su primer ministro o katikkiro, lo que le atrajo el odio de éste, pero, por otro lado, recriminó al rey el que hubiese mandado asesinar al obispo anglicano Hannington. Además, el rey sabía que José no aprobaba su conducta sexual.
El katikkiro convenció al rey de que era necesario matar a José y el rey asintió. José, cuando fueron a prenderlo, pidió que no lo ataran, pues no pensaba huir, y marchó con paso firme y gran dignidad hasta el sitio de la ejecución. Rogó al verdugo le dijera al rey que le perdonaba y que cambiara de conducta teniendo en cuenta el juicio de Dios. Fue decapitado y sus restos echados en una hoguera. Era el 15 de noviembre de 1885 y con él se inauguraba la persecución de Uganda. Fue canonizado el 18 de octubre de 1964 por el papa Pablo VI.