Jean de la Lande nació en Dieppe, en Normandía, Francia, aunque se ignora el año. Ingresó al grupo de los coadjutores de la Compañía de Jesús, laicos que se ponían gratuitamente al servicio de los jesuitas, a cambio del sustento. Fue enviado como misionero a la «Nueva Francia», en América del Norte, para evangelizar a la población nativa, muy consciente de que el deseo de servir a Dios lo llevaba a un país en el que lo más seguro era que le esperara la muerte.
El 24 de septiembre de 1646 dejó Trois-Rivieres con el padre Isaac Jogues y algunos indios para dirigirse a una misión de paz. La historia de esta misión y el modo como alcanzó el martirio junto al P. Jogues puede leerse en la historia general del grupo, celebrada hoy mismo. Murió decapitado.