La leyenda local afirma que había dos hermanos, Julio y Juliano, de origen griego, que, hartos de las persecuciones y provocaciones de los herejes, salieron de su país natal y fueron peregrinando hasta establecerse en el territorio milanés. No obstante, el Martirologio Romano (no sólo el actual, sino ya el de Baronio, del siglo XVI), recoge como santo sólo a uno de estos dos hermanos, a san Julio, a quien hoy conmemoramos. Algunos estudiosos piensan que el otro no es sino la duplicación del mismo nombre, deformada por la tradición oral.
Julio habría sido presbítero, y se le atribuye la construcción de varias iglesias, y en especial la que se encuentra en el lago D'Orta, en el alto Novara, dedicada originalmente a los santos Pedro y Pablo, y que actualmente está dedicada a él y guarda sus reliquias. Naturalmente, de la construcción original de san Julio no quedan vestigios, ya que lo más atrás que se pueden remontar los antecedentes de la actual es hasta el siglo IX, sin embargo esta habría sido construida sobre una fundación del santo, y servido luego como lugar de su sepultura. En esa región permanece vivo su culto.
Breve noticia basada en datos aportados por el erudíto (aunque lamentablemente anónimo) artículo de Santi e beati. Acta Sanctorum, enero, II, pág 1100-1104, trae una "Vita" anónima, aunque muy tardía y según parece nada fiable.