Hechos de los Apóstoles 13,1 dice: «Había en la Iglesia fundada en Antioquía profetas y maestros: Bernabé, Simeón llamado Níger, Lucio el cirenense, Manahén, hermano de leche del tetrarca Herodes, y Saulo». A esto se reduce todo lo que sabemos sobre el personaje. Sin embargo, la ausencia de noticias contrasta con la abundante mención en los martirologios históricos. Aunque sin más datos que los mencionados, pero su nombre está presente en los grandes martirologios: Usuardo, Adón, Notkero, Bellino, Molano, y otros.
La fecha del 6 de mayo proviene de un martirologio más bien tardío, el de Pedro de Natalibus, del siglo XIV, que afirma que el Martyrologium Hieronymianum inscribe a Lucio en esa fecha, y que además indica que fue ordenado por los Apóstoles obispo de Cirene. Naturalmente, con el prestigio del Jeronimiano, la fecha y la caracterización de obispo se impuso inmediatamente, pero al cuestión es que el Jeronimiano no lo menciona. Posiblemente Pedro de Natalibus se confundió con algún otro de los mártirologios más tardíos. No hay ningún testimonio de que haya sido realmente obispo, ni la referencia de Hechos apunta a eso, y el nombre de «cirenense» está claramente usado con relación a su origen (nacido en Cirene), no a su ministerio.
Ver Hechos 13 y Acta Sanctorum, mayo, II, pág. 99.