Parece indudable que san MacCarthen -cuyo nombre se escribe de muy diversas maneras- tuvo fama de santidad, y recibió culto desde antiguo, ya que a su muerte, ocurrida hacia el 506, su cuerpo fue sepultado en la iglesia, lo que era un modo de canonizar en aquellos tiempos. Unos siglos más tarde, en 1041, este templo fue reconstruido y recibió como título el del santo, y en 1296 la capilla sepulcral del santo fue reconstruida por el obispo Mateo MacCatasaid. Lamentablemente más tarde la iglesia se perdió en un incendio.
De su vida apenas si se tienen datos, ya que hay un manuscrito latino anónimo, pero que ha llegado en estado fragmentario. En él se menciona que fue enviado a evangelizar la región de Clochar, una diócesis sufragánea de Armagh, en tiempos de san Patricio, por lo cual se supone que fue el propio santo (aunque el manuscrito está mutilado, y no aparecen los nombres) quien lo envió allí como primer obispo. El nombre del santo aparece en todos los martirologios irlandeses, en dos fechas, 24 de marzo, que parece ser la de su muerte, y 15 de agosto, que posiblemente sea la de alguna traslación de sus reliquias. Se cuentan algunos milagros y sanaciones realizados por su intercesión luego de su muerte, e incluso el manuscrito mencionado termina con el relato detallado de la aparición del santo a una enferma a quien sano de una grave dolencia.
Ver Acta Sanctorum, agosto III, día 15, pág 208-09, donde los bolandistas reproducen el fragmento de la Vita mencionado, junto con la colección de testimonios de los martirologios irlandeses. En el colegio irlandés de St Macartan podrá verse algo de iconografia, así como vistas de la catedral y el texto del himno al santo (en inglés).