Aunque es un personaje ciertamente histórico, a san Manahén no le fue reconocido el culto en ningún martirologio, ni occidental ni oriental, antes de Adón y Usuardo (siglo IX). Manahén (nombre que es una forma helenizada del hebreo Menahem) es mencionado exclusivamente por Hechos de los Apóstoles 13,1: «Había en la Iglesia fundada en Antioquía profetas y maestros: Bernabé, Simeón llamado Níger, Lucio el cirenense, Manahén, hermano de leche del tetrarca Herodes, y Saulo».
No conocemos al personaje de ningún otro contexto, pero posiblemente la mención de su condición de «hermano de leche» (en griego «syntrophos», que también puede equivaler a un hermano adoptivo) de Herodes Antipas, ayuda, en la perspectiva de san Lucas, a mostrar cómo de un mismo origen pueden salir dos árboles completamente diferentes: el uno asesino del Bautista, y el otro profeta y doctor en el Espíritu.
Adón y Usuardo sostuvieron que el santo terminó sus días en Antioquía, pero no tenemos más datos sobre ellos que el versículo señalado, y no parece haber en la tradición otras fuentes. Tampoco queda claro sobre qué criterio se estableció la fecha de celebración, que normalmente está referida a la muerte, o el traslado de las reliquias, etc. pero que en este caso no parece asociada a nada en particular.
Basado libremente en la breve nota de Fabio Arduino en Santi e Beati.