Nicetas no fue propiamente mártir sino confesor, es decir que padeció por la fe, pero no llegó a ser muerto a causa de ella, sino que falleció en el exilio, pero no hay fecha cierta de esa muerte; el Card. Baronio deduce, por concordancia con otros casos dentro de la misma persecución iconoclasta, que tuvo que haber sido hacia el 733, bajo el imperio de León el Armenio.
Ver Acta Sanctorum, marzo, III, pág 165. Las noticias sobre toda esta generación de confesores son escasísimas, para ver un poco el contexto, puede leerse la de San Evagrio de Constantinopla, donde hay también algo de bibliografía.