Es el décimo quinto en la lista episcopal de Nápoles elaborada por el diácono Juan. Se distinguió por la defensa de su grey de las insidias de la herejía que acechaba a las puertas de Nápoles. En octubre del 439, caída Cartago en manos de los Vándalos de Genserico, una gran multitud de eclesiásticos («maxima turba clericorum», escribía el historiador de estos hechos, Víctor de Vita) fue obligada a dejar la tierra natal. Despojados de todo, fueron puestos en precarias embarcaciones, pero algunos que alcanzaron a salvarse milagrosamente, y se aproximaron a la costa napolitana, fueron recibidos con gran solicitud por el obispo Nostriano.
Entre los prófugos estaban el obispo Gaudioso de Abitinia y Quodvultdeus de Cartago. Este último, deteniéndose en Nápoles, desenmascaró la propaganda que hacía del pelagianismo «no muy lejos de Nápoles» Floro, quien también estaba embebido de maniqueísmo. Casi con seguridad, este mismo Floro fue el obispo condenado en el Concilio de Éfeso (431) junto a Celestio, Pelagio y Julián de Eclano. En el libro «De promissionibus et predicationibus Dei», que se atribuye habitualmente a san Quodvultdeus, se narra que el obispo de Nápoles, es decir, Nostriano mandó al propio «germano» -evidentemente magistrado de la ciudad-, al sacerdote Herio y a otros clérigos a arrestar y expulsar al herético predicador.
Nostriano resultó también beneficioso para la ciudad por una obra de utilidad pública: las termas para uso del clero y de los fieles, construidas en la región augustal, en las inmediaciones del Foro, en el zona que documentos de los siglos X al XIII llaman «Vicus Nostrianus» y «Platea Nostriana», y que en documentos posteriores se pasó a llamar «S. Ianuarii ad diaconiam». A esta iglesia, llamada San Gennaro all'Olmo, fueron trasladados sus restos hacia el siglo X desde las catacumbas de san Gaudioso, donde habían sido sepultados.
Nostriano habría muerto entre el 452 y el 465, después de diecisiete años de episcopado, tal como le atribuye la Crónica de los obispos. El 16 de agosto de 1612 se sacó a la luz, bajo el altar mayor de la mencionada iglesia de San Gennaro all'Olmo, una antigua urna de mármol, en cuyo borde estaban escritas estas palabras: «Corpus S. Nostriani Episcopi». En julio de 1945 la urna fue trasladada y emplazada en la iglesia de los Santos Felipe y Santiago. Desconocido por los antiguos calendarios diocesanos, Nostriano recibió culto desde el descubrimiento de sus reliquias. El calendario del arzobispo Decio Carafa, de 1619, fijaba la fiesta el 16 de agosto, y en 1633 el nombre de Nostriano quedaba ya inscripto en el calendario diocesano. La fiesta fue trasladada al 14 de febrero, sólo para la diócesis de Nápoles, con decreto de la Sagrada Congregación de Ritos del 2 de mayo de 1878, y recientemente fue inscripto en el Martirologio Romano. Aunque en el decreto de confirmación de culto -como en muchos otros casos- se aceptó su título tradicional de santo, el rango de celebración corresponde a beato, es decir, a culto puramente local.
Traducido para ETF, con escasos cambios, de un artículo de Domenico Ambrasi en Enciclopedia dei Santi. El decreto de confirmación de culto puede leerse en ASS 11 (1878) pág. 256.