Pablo Liu Jinde (Liou-Tsinn-Tei) tenía 79 años en el momento de su martirio, y fue su sentido de la responsabilidad el que le llevó al sacrificio de su vida. Se ganaba la vida como trabajador del campo y tenía a su cargo la iglesia del pueblo de Langziqiao (China) y la administración de los bienes de la comunidad cristiana, y vivía por ello en una casita adosada a la iglesia.
Cuando los cristianos supieron de la llegada de los boxers, huyeron del pueblo para salvar la vida, pero Pablo dijo que él no podía abandonar la iglesia. Distribuyó entre los pobres los fondos de la comunidad y decidió no irse, poniéndose en las manos de Dios. Llegados los boxers lo arrestaron y le exigieron con amenazas que apostatara del cristianismo, a lo que el anciano se negó firmemente. Entonces lo mataron a golpes de espada. Después de la persecución, los cristianos honraban su tumba como tumba de un mártir. Fue canonizado por Juan Pablo II el 1 de octubre de 2000.