No hay información cierta sobre el tiempo en que vivió, pero por deducción puede pensarse que fue en el V, porque el «Arca Tofea», donde el santo fue enterrado y de la que se habla en una biografía anónima del siglo X, es una forma de ataúd utilizado en la Liguria, precisamente en el siglo quinto.
Sucedió en el obispado de Génova a los gloriosos san Félix y san Siro. Nota característica de su ministerio era la bondad, «parecía más como padre que un señor ... era el padre de los pobres ... verdaderamente competente para acabar con discordias de todo tipo». Se encontraba de visita en la región más occidental de la Liguria, que en aquella época era parte de la diócesis de Génova, en Matuta, la actual San Remo, cuando fue alcanzado por la muerte y enterrado en la iglesia de San Siro, donde inmediatamente se convirtió en objeto de gran veneración por los milagros que realizaba.
Según la tradición local de San Remo, Rómulo había recibido educación en la tierra de Matuta, fue luego elegido obispo de Génova, y más tarde, para escapar de la invasión de los longobardos, se retiró en estricta penitencia al interior de Matuta, en una zona llamada aun hoy «de san Rómulo», a una gruta llamada Bauma, donde murió, y que se convirtió en lugar de peregrinación.
Siglos después, durante el episcopado en Génova de Sabatino (930), a causa de las incursiones de los sarracenos en la Riviera di Ponente, las reliquias del santo fueron trasladados solemnemente escoltadas por mar a Génova, y se colocaron en la Catedral de San Lorenzo, donde en 1188 se les hizo un reconocimiento canónico.
A lo largo de la Edad Media, el santo patrono fue venerado como patrono especial de Matuta (Sanremo). Se cuenta un gran número de hechos milagrosos en defensa de la tierra contra los invasores extranjeros, por lo que se lo representa vestido de obispo con una espada desnuda en la mano. Desde el siglo XI Matuta cambió su nombre: San Romolo, que pasó luego a pronunciarse en el siglo XV Sanremo, probablemente como un derivado dialectal. Recibió siempre gran culto en Génova y, después de san Siro, es el obispo con mayor veneración. Su fiesta se celebraba el 13 de octubre, tradicionalmente la fecha de su muerte, pero en la actualidad la arquidiócesis de Génova lo conmemora el 6 de noviembre, junto con los santos obispos Félix y Valentín.
Traducido para ETF de un artículo de Antonio Borrelli.