Vital era discípulo de san Ruperto, primer obispo de Salzburgo, y probablemente hacia el 718 le sucedió como obispo y abad del famoso monasterio de San Pedro. En particular, según la tradición, estuvo relacionado con la obra misionera en el Pinzgau, al sur de Salzburgo.
La tumba de san Vital estuvieron al principio en la Catedral de Salzburgo, y fueron durante la Edad Media una importante meta de peregrinación. En 1181 se tuvo que reconstruir la catedral y ocurrió un milagro en su tumba. El Papa Pío II autorizó, a mediados del siglo XV, el traslado de las reliquias a la iglesia abacial de San Pedro, donde se le realizó en 1497 una decoración tumbal por un llamado «Maestro Hans», considerado el testimonio plástico medieval más importante de Salzburgo. El Papa Urbano VIII aprobó en 1628 la celebración de misa y oficio en su honor en la diócesis, pero nunca fue oficialmente canonizado.
En la imagen: fresco de san Vital predicando en Pinzgau, en un techo de la badía de San Pedro.