María Zhao Guozhi y sus hijas Rosa y María fueron sacrificadas por los boxers en odio al cristianismo en el poblado de Wuqiao Zhaojia. María era viuda y atendía con mucho cuidado a la educación de estas dos hijas. Se escondieron las tres en un pozo, no sin gran peligro, pero las sacaron unos vecinos y enseguida cayeron en manos de los boxers. Éstos procedieron en el acto a decapitar a la madre, y entonces propusieron a las aterrorizadas muchachas que renegaran del cristianismo para salvar sus vidas. Las ataron a sendos árboles y les hicieron la propuesta una y otra vez. Las dos jóvenes se negaban con firmeza, lo que irritó sobremanera a uno de los boxers que, sacando su espada, acabó con la vida de las dos mártires.