Mártires de Vietnam, Pedro era presbítero de la Orden de Predicadores y José, médico. Pedro nació en 1796 y desde niño se distinguió por su carácter humilde y afable. Se ordenó sacerdote a los treinta años y poco después ingreso en la Orden. Cuido de varias parroquias y su ministerio fue muy provechoso.
Aseguraban sus contemporáneos que era muy asiduo en la oración. Fue traicionado y apresado durante la persecución de los cristianos y confesó ante los jueces: “Soy sacerdote y de ningún modo pisaré nuestro adorable signo de la redención. Si he de morir estoy dispuesto a sufrir la muerte”. En el espacio de tres meses fue interrogado y torturado varias veces. Fue hacia el lugar del suplicio vestido con su hábito religioso.
José pertenecía a la Tercera Orden de Santo Domingo, ejercía la profesión de médico, y fue también catequista. Contaba con setenta y cinco años cuando fue detenido; compartió la cárcel con el padre Pedro y fue torturado también varias veces por negarse a pisar el crucifijo. En los interrogatorios dijo: "Ruego que pronunciéis mi sentencia, para que pueda morir con mi sacerdote el padre Tu, y de esta suerte, me alegraré sobremanera”. Y así vió cumplidos sus deseos.