San Terencio es cabeza de un grupo de mártires de origen oriental, muertos en Cartago por orden del «Prefecto de África», Fortunaciano, en tiempos del emperador Decio. Éste había promulgado un decreto de persecución y condena al suplicio contra todos los que no hubieran renegado del cristianismo. Así es que hubo muchas defecciones, pero Terencio y otros treinta y nueve compañeron se decidieron a no ceder, con lo que se siguió el arresto y el proceso en los tribunales; y tampoco allí, aunque solicitados y torturados con varios suplicios, dejaron su fe, sino que el propio Terencio respondió por todos, con su pública profesión de fe cristiana, a tal punto que el prefecto los condenó a muerte por decapitación.
Se conocen los nombres de algunos compañeros de martirio, tal vez los más importantes: Africano. Máximo, Pompeyo, Alejandro, Teodoro.
Al fin del siglo IV, bajo el emperador bizantino Teodosio el Grande, sus cuerpos fueron trasladados a Constantinopla. Al menos ocho fuentes hagiográficas narran su «Passio», colocando la celebración litúrgica ya el 5 de abril, ya el 11, pero el día que más aparece es el 10 de abril. El nombre «Terencio» es de origen latino, y significa «nativo de Taranto», pero según algunos etimologistas podría tener el sentido de «tierno, delicado».
Traducido para ETF de un artículo de Antonio Borrelli. Ver Acta Sanctorum, abril, I, pág 860ss. Parece haber discrepancia en el número de los mártires: mientras que el elogio del Martirologio Romano habla de 7 mártires con nombre conocido más 40 compañeros, es decir, 47 en total, la mayor parte de las noticias hagiográficas hablan de un grupo de 40 compañeros en total; en Acta Sanctorum se señala que pueden ser 40 o 43 en total.