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Números

La Palabra de Dios

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  34. 34
  35. 35
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Números 5

  1. 1
    Y el SEÑOR habló a Moisés, diciendo:
  2. 2
    Manda a los hijos de Israel que echen del campamento a todo leproso, y a todos los que padecen flujo de semen, y a todo contaminado sobre muerto.
  3. 3
    Así hombres como mujeres echaréis, fuera del campamento los echaréis; para que no contaminen el campamento de aquellos entre los cuales yo habito.
  4. 4
    Y lo hicieron así los hijos de Israel, los echaron fuera del campamento; como el SEÑOR dijo a Moisés, así lo hicieron los hijos de Israel.
  5. 5
    Además habló el SEÑOR a Moisés, diciendo:
  6. 6
    Habla a los hijos de Israel: El hombre o la mujer que cometiere alguno de todos los pecados de los hombres, haciendo prevaricación contra el SEÑOR, y pecare aquella persona;
  7. 7
    confesarán su pecado que cometieron, y restituirán su ofensa enteramente, y añadirán sobre ello la quinta parte , y lo darán a aquel contra quien pecaron.
  8. 8
    Y si aquel varón no tuviere redentor al cual el delito sea restituido, el delito se restituirá al SEÑOR, al sacerdote, a más del carnero de las expiaciones, con el cual lo expiará.
  9. 9
    Y toda ofrenda de todas las cosas santas que los hijos de Israel presentaren al sacerdote, suya será.
  10. 10
    Y lo santificado de cualquiera será suyo; asimismo lo que cualquiera diere al sacerdote, suyo será.
  11. 11
    Y el SEÑOR habló a Moisés, diciendo:
  12. 12
    Habla a los hijos de Israel, y diles: Cuando la mujer de alguno errare, e hiciere traición contra él,
  13. 13
    que alguno se hubiere echado con ella por ayuntamiento de simiente, y su marido no lo hubiese visto por haberse ella contaminado ocultamente, ni hubiere testigo contra ella, ni ella hubiere sido cogida en el acto;
  14. 14
    si viniere sobre él espíritu de celo, y tuviere celos de su mujer, habiéndose ella contaminado; o viniere sobre él espíritu de celo, y tuviere celos de su mujer, no habiéndose ella contaminado;
  15. 15
    entonces el marido traerá su mujer al sacerdote, y traerá su ofrenda con ella, la décima de un efa de harina de cebada; no echará sobre ella aceite, ni pondrá sobre ella incienso, porque es presente de celos, presente de recordación, que trae en memoria pecado.
  16. 16
    Y el sacerdote la hará acercar, y la hará poner delante del SEÑOR.
  17. 17
    Luego tomará el sacerdote del agua santa en un vaso de barro; tomará también el sacerdote del polvo que hubiere en el suelo del tabernáculo, y lo echará en el agua.
  18. 18
    Y hará el sacerdote estar en pie a la mujer delante del SEÑOR, y descubrirá la cabeza de la mujer, y pondrá sobre sus manos el presente de la recordación, que es el presente de celos; y el sacerdote tendrá en la mano las aguas amargas que acarrean maldición.
  19. 19
    Y el sacerdote la conjurará, y le dirá: Si ninguno hubiere dormido contigo, y si no te has apartado de tu marido a inmundicia, limpia seas de estas aguas amargas que traen maldición.
  20. 20
    Mas si te has apartado de tu marido, y te has contaminado, y alguno hubiere puesto en ti su simiente, fuera de tu marido;
  21. 21
    (el sacerdote conjurará a la mujer con juramento de maldición, y dirá a la mujer): el SEÑOR te dé en maldición y en conjuración en medio de tu pueblo, haciendo el SEÑOR a tu muslo que caiga, y a tu vientre que se te hinche;
  22. 22
    y estas aguas que dan maldición entren en tus entrañas, y hagan henchir tu vientre, y caer tu muslo. Y la mujer dirá: Amén, amén.
  23. 23
    Y el sacerdote escribirá estas maldiciones en un libro, y las borrará con las aguas amargas;
  24. 24
    y dará a beber a la mujer las aguas amargas que traen maldición; y las aguas que obran maldición entrarán en ella por amargas.
  25. 25
    Después tomará el sacerdote de la mano de la mujer el presente de los celos, y lo mecerá delante del SEÑOR, y lo ofrecerá delante del altar.
  26. 26
    Y tomará el sacerdote un puñado del presente, en memoria de ella, y hará perfume de ello sobre el altar, y después dará a beber las aguas a la mujer.
  27. 27
    Le dará, pues, a beber las aguas; y será, que si fuere inmunda y hubiere hecho traición contra su marido, las aguas que obran maldición entrarán en ella en amargura, y su vientre se hinchará, y caerá su muslo; y la tal mujer será por maldición en medio de su pueblo.
  28. 28
    Mas si la mujer no fuere inmunda, sino que estuviere limpia, ella será libre, y será fecunda.
  29. 29
    Esta es la ley de los celos, cuando la mujer errare estando en poder de su marido, y se contaminare;
  30. 30
    o del marido, sobre el cual pasare espíritu de celo, y tuviere celos de su mujer; la presentará entonces delante del SEÑOR, y el sacerdote ejecutará en ella toda esta ley.
  31. 31
    Y aquel varón será libre de iniquidad, y la mujer llevará su pecado.