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Proverbios

La Palabra de Dios

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  29. 29
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  31. 31

Proverbios 24

  1. 1
    No tengas envidia de los hombres malos, ni desees estar con ellos;
  2. 2
    porque su corazón piensa en robar, e iniquidad hablan sus labios.
  3. 3
    Con sabiduría se edificará la casa, y con prudencia se afirmará;
  4. 4
    y con ciencia se llenarán las cámaras de todas riquezas preciosas y hermosas.
  5. 5
    El hombre sabio es fuerte; y el hombre entendido es valiente de fuerza.
  6. 6
    Porque con sabios consejos harás la guerra; y la salud está en la multitud de consejeros.
  7. 7
    Alta está para el loco la sabiduría; en la puerta no abrirá él su boca.
  8. 8
    Al que piensa mal hacer le llamarán hombre de malos pensamientos.
  9. 9
    El pensamiento del loco es pecado; y abominación a los hombres el burlador.
  10. 10
    Si fueres flojo en el día de tribulación, tu fuerza será reducida.
  11. 11
    Si dejares de librar los que son tomados para la muerte, y los que son llevados al degolladero;
  12. 12
    si dijeres: Ciertamente no lo supimos; ¿no lo entenderá el que pesa los corazones? El que mira por tu alma, él lo conocerá, y dará al hombre según sus obras.
  13. 13
    Come, hijo mío, de la miel, porque es buena, y del panal dulce a tu paladar;
  14. 14
    tal será el conocimiento de la sabiduría a tu alma, si la hallares; y al fin tu esperanza no será cortada.
  15. 15
    Oh impío, no aceches la tienda del justo, no saquees su cámara;
  16. 16
    porque siete veces cae el justo, y vuelve a levantarse; mas los impíos caerán en el mal.
  17. 17
    Cuando cayere tu enemigo, no te regocijes; y cuando tropezare, no se alegre tu corazón;
  18. 18
    para que el SEÑOR no lo mire, y le desagrade, y aparte de sobre él su enojo.
  19. 19
    No te entremetas con los malignos, ni tengas envidia de los impíos;
  20. 20
    porque para el malo no habrá buen fin, y la candela de los impíos será apagada.
  21. 21
    Teme al SEÑOR, hijo mío, y al rey; no te entremetas con los veleidosos;
  22. 22
    porque su quebrantamiento se levantará de repente; y el quebrantamiento de ambos, ¿quién lo comprenderá?
  23. 23
    También estas cosas pertenecen a los sabios. Tener acepción de personas en el juicio no es bueno.
  24. 24
    El que dijere al malo: Justo eres, los pueblos lo maldecirán, y le detestarán las naciones;
  25. 25
    mas los que lo reprenden, serán agradables, y sobre ellos vendrá bendición de bien.
  26. 26
    Besados serán los labios del que responde palabras rectas.
  27. 27
    Prepara tus labores de afuera, y disponlas en tu heredad; y después edificarás tu casa.
  28. 28
    No seas testigo falso contra tu prójimo; y no lisonjees con tus labios.
  29. 29
    No digas: Como me hizo, así le haré; daré el pago al varón según su obra.
  30. 30
    Pasé junto a la heredad del hombre perezoso, y junto a la viña del hombre falto de entendimiento;
  31. 31
    y he aquí que por toda ella habían ya crecido espinas, ortigas habían ya cubierto su faz, y su cerca de piedra estaba ya destruida.
  32. 32
    Y yo miré, y lo puse en mi corazón; lo vi, y tomé castigo.
  33. 33
    Un poco de sueño, cabeceando otro poco, poniendo mano sobre mano otro poco para dormir;
  34. 34
    así vendrá como caminante tu necesidad, y tu pobreza como hombre de escudo.