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Beata Eva del Monte Cornelio, reclusa

La noticias que nos han llegado aparecen en la «Vita Julianae», es decir, en la vida de santa Juliana de Cornillon, su amiga y confidente, que ayudó en la idea de la institución de la fiesta del Corpus Christi. Eva nació entre 1205 y 1210 en un ambiente acomodado, y experimentó un conflicto entre la vida civil y la de reclusa; su vocación no fue inmediatamente clara, y Juliana influenció mucho en su decisión.

Entró en el monasterio de San Martin en Lieja, donde recibió muchas veces la visita de santa Juliana, quien le confiaba sus visiones y su gran deseo de ver instituido un culto que glorificase el sacramento de la Eucaristía. Cuando Juliana huyó de Cornillon, encontró refugio en San Martín, junto a Eva, que fue testigo de sus éxtasis místicos. Al principio Eva no estaba demasiado convencida, pero luego ayudó mucho a Juliana en su propósito, y después de la muerte de ésta, continuó su obra hasta tal punto que se creía que había sido la verdadera promotora, en detrimento de Juliana que fue ignorada durante mucho tiempo.

Actuó junto al obispo de Lieja, Enrique de Gueldre, para obtener del papa Urbano IV un decreto sobre el tema. El 8 de septiembre de 1264 el Papa envió una bula en la que anunciaba la creación de la fiesta del Corpus Christi para la Iglesia Universal, pidiéndoles que difundieran el texto. Esta bula es la base histórica de la institución de la fiesta, en agosto-septiembre de 1264, y el testimonio del fervor de Eva en trabajar para que se instituyera.

Murió en San Martín de Lieja en 1265, su tumba se convirtió rápidamente en lugar de culto, y se le dio indistintamente el título de santa o beata, aunque prevaleció este último. En el siglo XVI Los restos fueron levantados de la tierra para realizar trabajos en la iglesia, y se colocaron en un altar lateral; en siglos sucesivos sus reliquias fueron pedidas por reinas y abades, hasta que el 18 de diciembre de 1746 fueron colocadas en el altar de San Martín. La popularidad de Eva ha llegado hasta nuestros días; su recuerdo, como el de Juliana, se ha perpetuado en algunas parroquias sin interrupción. El culto fue aprobado en 1902, y se celebra en Lieja el 14 de marzo, y el 25 de junio en otras regiones.

Traducido para ETF de un artículo de Antonio Borrelli. Decreto de confirmación de culto con una somera biografía latina en ASS 34 (1901-2), págs. 686-688.