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Beato Domingo del Santísimo Sacramento Iturrate, religioso presbítero

Primogénito de once hermanos, Domingo Iturrate Zubero nació en Dima (Vizcaya, España) el 11 de mayo de 1901. Al mismo tiempo que un temperamento sensible y propenso a la irritabilidad, desde niño iban despuntando en él, al calor de un buen hogar cristiano, los gérmenes de una honda piedad eucarística y mariana, así como la inclinación vocacional. Al recibir la primera comunión, con diez años de edad, se le podía considerar ya un enamorado de Cristo.

Abrazó la Orden Trinitaria en 1914 (noviciado en 1917; primeros votos en 1918). Al final del noviciado, su aspecto físico denotaba a las claras que calcaba la mano en privaciones y penitencias, pero nadie supo intuir su calvario interior. A posteriori, gracias a una confidencia suya al director espiritual, se supo que de los 14 a los 17 años había sido sometido por Dios a la llamanda «noche oscura del espíritu», transida de sequedades, zozobras, angustias, con la persuación de pertenecer al «número de los réprobos y condenados». «El día de mi profesión simple -sigue su declaración- cesaron los trabajos interiores y recibí el don de la tranquilidad. Desde entonces -habla al final de su vida- mi serenidad de ánimo es habitual; la paz y la quietud interior, inalterables».

En la Universidad Gregoriana, de Roma, cursó sus estudios filosóficos y teológicos (1919-1926) con óptimas calificaciones y el broche del doctorado en ambas disciplinas. Emitió sus votos solemnes el 23 de octubre de 1922; dos años más tarde, con el asentimiento de su santo director espiritual, Fray Antonino de la Asunción, abrazó «el voto de hacer lo que conociere ser más perfecto». Fue ordenado sacerdote el 9 de agosto de 1925.

Anhelaba ser misionero y heraldo del misterio trinitario en tierras de infieles; los superiores le orientaban al campo de la formación. Pero la Providencia tenía otro designio. En junio de 1926 se le reveló la enfermedad (tuberculosis pulmonar) que le llevaría a la tumba en Belmonte (Cuenca, España) el 7 de abril de 1927. Fue Beatificado el 30 de octubre de 1983 por el papa Juan Pablo II; sus reliquias se veneran en la Iglesia del Redentor (Algorta, España), de los Religiosos Trinitarios.

Original de Juan Pujana, «La Orden de la Santísima Trinidad» (España, 1992), que tomamos del Laicado Trinitario de Puerto Rico.