SAÁNDC,M

San Abrahán de Clermont, monje

Aunque en el primer cuarto del siglo V los emperadores persas Iezdgerd I (399-420) y su hijo Baharam V (420-438) prohibieron la persecusión contra los cristianos y practicaron la tolerancia religiosa, este no fue más que un período de pausa en una larga lucha entre los emperadores de Bizancio y los reyes de la dinastía sasánida, que, para satisfacer al intransigente clero mazdeísta, acompañaron la tradicional hostilidad armada con frecuentes medidas de purga destinadas a purificar el país de elementos cristianos y pro-bizantinos. Víctima de esta política fue Abraham quien, como simple diácono, se vio obligado a abandonar el país y refugiarse en Egipto; pero, habiendo caído en manos de los guardias fronterizos, fue torturado y encarcelado. Después de cinco años, acabado el tiempo de la persecución, fue puesto en libertad.

Según el testimonio de Gregorio de Tours, obedeciendo la voz de Dios con el mismo abandono con que le había respondido el patriarca homónimo, recorrió todas las tierras de Occidente llegando al obispado de Arverni (hoy Clermont, en el departamento de Puy-de-Dôme). Aquí puso fin a su largo peregrinaje y construyó una choza de paja, donde pasaba los días y las noches en constante oración.

Pronto la fama de su virtud hizo que fuera elegido abad del monasterio que lleva el nombre del mártir San Ciriaco o Cyr (fr. Cirgue). En el 473 parece que Abraham fundó un nuevo edificio religioso junto a la abadía que le había sido confiada y cuya construcción había terminado.

Promovido al sacerdocio, murió en su monasterio en 476 o 477, con gran fama de milagros.

Sidonio Apollinare (contemporáneo del santo), a petición de Volusiano, obispo de Tours, escribió una memoria-epitafio de unos 30 versos, acerca de san Abraham, que constituyen, junto con la breve reseña que hace san Gregorio de Tours en la Historia de los Francos (L.II cap 21), una fuente de conocimiento breve pero muy directa.

Basado en el artículo de Pietro Sfair en «Enciclopedia dei Santi». Imagen: fresco en al iglesia románica de Saint-Cyr, Clermont.