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San Caprasio, mártir

Según la leyenda de Agen, san Caprasio fue el primer obispo de dicha ciudad. Cuando su grey se dispersó durante la persecución, el santo siguió administrando los sacramentos en los sitios en que los fieles se hallaban escondidos. Oculto en la colina de San Vicente, san Caprasio presenció el martirio de santa Fe y, viendo las maravillas que Dios obraba por medio de su sierva, descendió al sitio en que yacía el cadáver de la mártir y se enfrentó al prefecto Daciano. Cuando éste le preguntó quién era, Caprasio sólo dijo que un obispo cristiano. Daciano, impresionado por la juventud y apostura del santo, le prometió el favor imperial si abjuraba de la fe. Caprasio replicó que quería solamente vivir con Aquél a quien adoraba y que únicamente ambicionaba las riquezas imperecederas. El prefecto mandó a los verdugos que le torturasen; pero viendo que la constancia de Caprasio impresionaba mucho a los circunstantes, dio orden de conducirle a la prisión. Al día siguiente le condenó a muerte. En el camino al sitio de la ejecución Caprasio encontró a su madre, quien le exhortó a permanecer firme en la fe. Primo, Feliciano y Alberta, hermanos de Santa Fe, se unieron al mártir, y el gobernador no consiguió que se apartasen de él; entonces los condujo al templo de Diana para darles una última oportunidad de adorar a los dioses; como se rehusasen a ello, fueron decapitados con Caprasio. A la ejecución siguió una matanza general, ya que muchos cristianos se convirtieron al ver la constancia de los mártires y fueron apedreados por sus compatriotas o decapitados por los guardias.

Esta narración es puramente ficticia. Sin embargo, en el siglo VI había en Agen una iglesia consagrada a san Caprasio, quien fue sin duda un personaje histórico. Aunque en Agen se celebraba la fiesta de Alberta, Primo y Feliciano, lo más probable es que no hayan existido. No hay que confundir a estos Primo y Feliciano con los auténticos mártires romanos homónimos, cuya fiesta se celebra el 9 de junio.

En Acta Sanctorum, oct., vol. VIII, hay dos o tres textos diferentes de las actas, que funden en una sola las leyendas de san Caprasio y santa Fe. Mons. Duchesne, Fastes Episcopaux, vol. II, pp. 144-146, opina que la fusión de las dos leyendas data del siglo IX. Cf. Saltet, Etude critique sur la Passion de Ste Foy et de St Caprais (1899). En la imagen: Martirio de san Caprasio, en el ábside de la Catedral de Agen.