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San Hedisto, mártir

La noticia es verdaderamente antigua, y encontramos la indicación en el Hieronimyanum, aunque en algunos códices trae erróneamente «En Ravenna» en vez de «En Roma». Pero por desgracia, además de la indicación antigua de su martirio y sepultura, no hay más información confiable acerca de este santo. Según la «passio» legendaria -a la que, como siempre, aunqeu no le podamos dar crédito histórico, es bueno conocer porque ha influido en la iconografía y en la leyenda- habría sido bautizado por el apóstol Pedro y era escudero de Nerón. Cuando el emperador se encontraba en Laurento, Edisto se reunió con el sacerdote Prisco, la esposa de éste, Termanzia, la hija Criste (Cristina) y su sierva Victoria. Edisto participaba con ellos en la liturgia, que se celebraba de noche en un arenero. Pero fue descubierto por la traición de su criado, y fue, junto con sus mencionados compañeros, enterrado viva en la arena, mientras que Victoria, la único que había logrado escapar, fue asesinada en un bosque cercano.

La tumba de Edisto estaba en la milla decimosexta de la via Ardeatina, en las cercanías de Laurento; allí había una iglesia en honor del mártir, hecha restaurar por el papa Adriano I (772-95), y un oratorio propiedad de la sede de Pedro, llamado simplemente «domusculta S. Edisti». El culto de Edisto se extendió por Roma, y las cartas de san Gregorio documentan la existencia de un monasterio dedicado al santo, cerca de la Basílica de San Pablo. A este monasterio fue anexada una iglesia, donde probablemente se veneraban las reliquias del santo, y que, según el itinerario de Salzburgo (Notitia Ecclesiarum), se dedicó a la memoria de los santos Aristo, Cristina y Victoria. La corrupción del nombre de Edisto en Aristo, de donde se deriva Orestes, es aceptado por los estudiosos como variante, y bajo el nombre de Orestes es celebrado Edisto en la ciudad homónima a los pies del monte Soratte.

Ver san Gregorio Magno, Reg. Ep., XIV, 14, en Monumenta Germaniae Historica. Epistolae, ed. Hartmann I, II, 1, Berlín 1893, p. 434; Liber Pontificalis, I, p. 505. Traducido para ETF, con algunos cambios, de un artículo de Agostino Amore en Enciclopedia dei santi, tomado de Santi e beati.