SM,PMÁR

San Marcelino, papa mártir

Marcelino fue el 29º obispo de Roma, y entra normalmente dentro de la serie de papas que reciben la denominación de "santo" de manera tradicional. Desde san Pedro a san Félix IV (III), del siglo VI, todos los papas (excepto Liberio, del 352 al 366, cuya debilidad puso en gran peligro a la fe) fueron considerados santos; muchas veces no por sus méritos personales, sino por la pertenencia a la sucesión petrina. Sin embargo ninguno ha sido formalmente canonizado (los procedimientos formales de canonización son varios siglos posteriores), e incluso de muchos desconocemos casi todo excepto el nombre y alguna anécdota relevante que la memoria cúltica ha conservado.

Por eso mismo no es raro que san Marcelino siga siendo llamado santo, a pesar de que la revisión del Martirologio Romano lo retiró de la lista ya desde el Concilio Vaticano II, luego de amplias dudas sobre el desempeño de su pontificado, que se arrastraban desde la antigüedad. Se celebraba tradicionalmente como mártir el 26 de abril, junto con el papa Cleto (o Anacleto, con quien no tuvo ninguna relación, ya que los separaban dos siglos de distancia). Su fecha de muerte, y por tanto de inscripción en un Martirologio más sistemático como el Romano de 1909, era el 25 de octubre.

El Martirologio Romano de 2001, a pesar de que moderó muchas de las revisiones críticas del Concilio Vaticano II, sin embargo ya no volvió a incluir a san Marcelino, y no lo está actualmente.

Marcelino gobernó la Iglesia en un período crucial y complejo: del 296 al 304, por lo que vivió de primera mano el estallido de la cruel persecución de Dioclesiano (303-306), que se cebó de manera especial con los cristianos de Roma. El "Liber Pontificalis" (ed. Duchesne, nuestra fuente más conocida para los papas antiguos, del siglo V) lo registra como mártir, pero hablando de que primero tuvo una "caída" (en la apostasía) de la que luego se arrepintió y lavó con el martirio. Pero fuentes más cercanas, como el Cronógrafo del 354, no lo registran como mártir. La Historia Eclesiástica de Eusebio, apenas dice que a él también "lo encontró la persecución", pero no que fue víctima de ella (HE VII,32,1, Eusebio es más claro para expresar la muerte por martirio).

Un epitafio en la catacumba de Calixto señala unas mejoras realizadas allí bajo Marcelino, lo que tuvo que ser antes de la persecución de Diocleciano, que confiscó las catacumbas.

La peor parte de su pontificado se la lleva el hecho de su "caída" del cual sólo han quedado rumores, aunque persistentes: fue acusado ya desde muy antiguo de entregar al perseguidor los libros sagrados, y de ofrecer incienso a los ídolos para salvar su vida. No hay realmente pruebas de ello. La acusación fue reavivada al siglo siguiente por el donatista Petiliano en disputa con san Agustín, a lo que san Agustín responde con la completa falta de pruebas sobre esto, y por tanto con la difamación que supondría dar por un hecho probado semejante acusación.

Más tarde, ya en la edad media, se mantuvo la acusación de apostasía, pero siguiendo la versión del Liber Pontificalis, de que se arrepintió y murió mártir, por lo que su culto se mantuvo vivo hasta casi nuestra época.

Lo cierto es que no hay ninguna evidencia de martirio lo que hace pensar que, sea cual sea el alcance real de los rumores, nada bueno puede decirse de quien dirigía la Iglesia en el momento más grave de la prueba. Lo resume muy bien J. Mathieu-Rossay: «El hecho desconcertante es que, en el fragor de la persecución más cruel, el jefe de la Iglesia muriera tranquilamente en su cama» (Los Papas, ed. Rialp, 1990, pág. 53)

Estas dudas son, posiblemente, las que inclinaron la balanza crítica de modo de mantenerlo fuera del calendario santoral en las ediciones actuales. Pero son dudas, así que nada impide que en un futuro, y con más pruebas o con otros criterios, pueda ser vuelto a inscribir.

Un muy buen artículo, que resume el conjunto de la problemática, y referencia las diversas pruebas sobre el personaje es el de J.P. Kirsch en la Catholic Encylopedia (s.v. "Pope Saint Marcellinus" - hay versión castellana, aunque como suele ocurrir en ese sitio, no se puede garantizar la traducción)