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San Melis de Ardagh, obispo

Todos los relatos de la vida de san Mel (Mael) enfatizan su vinculación con otros santos, especialmente con los dos patronos principales de Irlanda: san Patricio y santa Brígida de Kildare. No se sabe exactamente dónde y cuándo nació Mel, pero sí se ha conservado el nombre de su padre, Conis o Chonis, y de su madre, Darerca. Santa Darerca era hermana de san Patricio, y es conocida como "madre de santos", ya que todos sus hijos (ciecisiete varones y dos mujeres) entraron en la vida religiosa, todos fueron reconocidos (en las tradiciones populares) como santos, y todos los varones fueron obispos.

Mel y sus hermanos Melchu, Munis y Rioch acompañaron a su tío Patricio a Irlanda, y lo ayudaron en sus trabajos misionales. Mel y su hermano Melchu fueron consagrados obispos por el propio Patricio. Luego de que Patricio fundara la diócesis de Ardagh, colocó a Mel como obispo del lugar, auqneu según la Vida de Santa Brígida, Mel no tuvo sede fija durante todo su ministerio, y más bien actuó como obispo itinerante en la misión y evangelización.. Obrando de conformidad con el precepto apostólico, Mel trabajaba con sus propias manos, y lo que se ganaba más allá de lo estrictamente necesario para su sustento, lo daba a los pobres.

Durante algún tiempo vivió junto a su tía Lupait, y algunos levantaron calumnias contra ellos. El propio Patricio juzgó el asunto, y se dice que el santo demostró su inocencia realizando el milagro de pescar un pez en el terreno en el que estaba arando. San Patricio los encontró inocentes, pero les recomendó vivir y orar lejos uno del otro, para evitar el escándalo y a san Mel le recomendó que en la tierra arara y pescara en el agua. Este milagro explica que en la imaginería san Mel aparece con un pescado en la mano.

El hecho más significativo en la vida del obispo fue su consagración de santa Brígida como abadesa. La tradición cuenta que llegado el momento, el obispo se equivocó y leyó las palabras de consagración de un obispo, en vez de una abadesa; san Maccaille se lo reprochó, pero el santo respondió que su error había sido cosa del Espíritu Santo, y que lo dicho dicho estaba, por lo que santa Brígida gozaría de dignidad episcopal. El episodio es confuso, pero es cierto que el prestigo del cargo abacial de santa Brígida hizo que se entendiera que tenía jurisdicción episcopal, y los obispos de Irlanda acostumbraron presentar su cargo ante Kildare, hasta que el sínodo de Kells abolió la costtumbre en 1152 (ver más detalles sobre esta cuestión en el artículo sobre santa Brígida).

Hay un cierto conjunto de confusiones en torno a la vida de san Mel, incluyendo la posibilidad de que él y Melchu sean la misma persona. Mel recibió un arraigado culto en Longford, de donde fue el primer abad-obispo de un rico monasterio que floreció por siglos. La catedral de Longford está dedicada a san Mel. Un báculo que se cree que perteneció a san Mel se encontró en el siglo XIX en Ardagh, cerca de la antigua catedral de San Mel. El báculo se conserva en el Colegio de San Mel, en un relicario de broncedecorado en oro y piedras.

Traducido con escasos cambios de un artículo en el sitio de la Parroquia de todos los Santos, en Irlanda. Lamentablemente, el sitio es escasamente navegable, y el artículo no menciona la fuente ni el autor; sin embargo, a grandes rasgos los datos coinciden con lo que he podido leer en otras fuentes, como la Catholic Encyclopedia (que explica en parte el problema de la dulicidad entre Mel y Melchu, colocándolos bajo la figura de co-epíscopos de una misma sede). Debe tenerse presente que en las tradiciones locales irlandesas hay muchos más santos que los inscriptos en el Martirologio Romano, y que santos que parecen tener una enorme importancia, pasaron al Romano como santos de apenas culto local, y de datos dudosos.